jueves, 23 de julio de 2009

Guion Técnico y Literario - El Padrino

EL PADRINO

Mario Puzo

Guion Literario

Se entorna al acontecimiento de atentado al DON mediante el cual casi lo llave a la muerte, sus hijos son los encargados de la familia metafóricamente, ya que estaban al mando Sonny y Tom, ya que Mike no se involucraba en la familia. Sonny estaba dispuesto a mantener a la familia mientras que su padre se recuperaba, se concluía que el responsable era Sollozo integrante de una de las familias de la mafia.

Tessio y Clemenza que eren parte de la familia Corleone. Al igual tenían que encargarse de encontrar a Gatto y a Luca Brasi y quien se tenía sospecha de traición.

En la ciudad se encontraba la madre de Mike y su hermana Connie, quienes estaban pendiente del el DON; Mike se encargaba de las llamadas estaba acompañando a su hermano para que este a la vez no cometiera errores ni ocurriera otra tragedia. En esa misma tarde Mike conversaba por teléfono con Kay una bella joven la cual estaba muy enamorada de él, colocaron una cita para verse en la noche; Mike hablaba con su hermano de los asuntos que estaban pasando la familia, le había dicho que visitaría a su padre por la noche y luego haría otras cosas; a Sonny le preocupaba la seguridad de su hermano y siempre tenía presente que no le pasara nada.

Se encontraban reunidos los hermanos y sus compañeros, informando los acontecimientos de lo que sucedía, se escucho un murmullo en el que uno de ellos salió y llego nuevamente con un chaleco y un pescado como mensaje para la familia, a Sonny le molesto y pedía que nadie saliera; Mike creyó que se le dañaban los planes de verse con Kay. Pero no fue un inconveniente ya que Hagen intercedió por Mike.

Mike llego a la ciudad para verse con Kay, después de estar con ella iría a visitar a su padre, quien se encontraba bien vigilado figurativamente, Mike llego al hospital donde no encontró a nadie vigilando y estimaba que a su padre la pudo haber pasado algo, entro al hospital y definitivamente no había nadie, cuando ingreso a la habitación de su padre y lo vio descansando sin ningún atropello.

Sonny se entera de que su padre no tiene ninguna seguridad y se ocupa de todo, Mike se encarga de cuidar a su padre mientras llega la vigilancia para su padre, decide cambiarlo de habitación y le pide ayuda a una enfermera; luego de dejar al DON seguro. Toma la decisión de ocuparse de todo mientras llegan sus conocidos.

Mike se encontraba en el pequeño hospital al que había sido llevado el Don para cuidar de él, permaneció fumando bajo la luz de un farol en medio del frio de la noche mientras un joven se acercaba a él con un paquete en la mano

El muchacho Estaba allí para visitar al señor Corleone, Enzo trabajo como ayudante de panadería en la familia la cual le había hecho varios favores como ayudar a que perteneciera a América, Mike con un gesto familiar lo reconoció inmediatamente. Se encuentra con un viejo amigo de la familia el cual está dispuesto a ayudar a la familia ya que a él lo ayudaron antes. Mike lo entiende y se acompañan en las afueras del hospital.

Un coche se acercaba desde la novena avenida con aire de misterio, Mike sospechando de quienes fueran los ocupantes le pidió al Enzo que se fuera, pero él le ofreció su compañía como gratitud a todo lo que había hecho el Padrino,

El automóvil se acerco a la entrada con las ventanas a la mitad, Mike intento mirar quienes estaban adentro pero este acelero rápidamente como si alguien le hubiera reconocido

Mike suspiro mientras fumaba su cigarrillo junto al fiel y valiente Enzo, pasados unos minutos el sonido de las patrullas de la policía irrumpieron su tranquilidad.

Se bajaron dos policías acuerpados que agarraron de los brazos a Mike mientras sigilosamente Enzo escapaba de la escena, El capitán de la policía se abría paso entre los agentes que lo acompañaba, se acerco a Mike a quien amenazo y le pido que se fuera de una manera airada, al ver que Mike no hacía caso un agente intercedió por el pero no basto pues Michael callo de un golpe propinado por el capitán.

De repente llegaron unos coches de la familia Corleone Eran Hagen y Clemenza quienes salvaron al pobre Mike de que sufriera una golpiza peor.

En el trayecto rumbo a Long Beach hablaron sobre lo sucedido, varias preguntas rondaban en la cabeza del golpeado Mike, ¿quién era ese capitán, quien está cuidando a mi papa en este momento?

Hagen interrumpió sus pensamientos con la noticia de la muerte de Bruno Tattaglia un ayudante de el turco; Sonny lo mando matar como respuesta por el atentado que sufrió su padre.

El automóvil había arribado a la casa de Sonny quien los esperaba con ansias de sed de venganza.

Sonny, Mike, Hagen, Tessio y Clemenza se sentaron al calor de un whisky con una atmosfera de alegría y ansiedad,

Sorpresivamente el turco (Sollozo) quería una entrevista a solas con el pequeño pero rudo Mike como fue llamado por su hermano mayor Sonny,

La familia Corleone debía dar un primer golpe antes de que algo muchísimo peor sucediera pues no podían caer en otra trampa del turco, Necesitaban vencer para quedarse con el suministro de fármacos y estupefacientes de la ciudad, quien lo controlara se llevaría una ventaja importante frente a las demás familias.

Sonny no lograba llegar a algo pues era muy riesgoso matar a sollozo frente a un capitán de la policía, y si McCluskey también caía el gobierno los buscaría para que pagasen por la muerte de un capitán de la policía,

Mike rompió la tensión con un tono imperativo y seguro, propuso matar no solo al turco sino a su fiel lame botas el capitán McCluskey quien brindaba protección a Sollozo todo el tiempo.

La familia tenía un contacto en el periódico el cual podría encubrir la muerte de McCluskey, lo involucrarían con el negocio de las drogas y hablarían de la su muerte como un capitán corrupto y traidor que servía a la mafia,

Ninguno de los presentes creía que Mike hubiera podido proponer algo tan suicida y fuera capaz de hacerlo ya que siempre había sido un muchacho que se había mantenido fuera de los negocios de la familia y nunca se había manchado las manos.

Aturdido por descabellada idea de Michael Sonny dudoso pero decidido acepto y dio su rotundo apoyo para que el plan fuera ejecutado a cabalidad por su hermano menor, el plan debía ser silencioso y preciso, no podían haber errores, Sonny le pido a Clemenza que aconsejara a Mike quien le dio un arma de alcance corto pero letal, cubierta por esparadrapo el cual impedía que dejara sus huellas en el arma, nada podía culpar a Mike tendrá que votar el arma y salir del lugar de encuentro sin que nadie sospechara de él.

El plan ya estaba en la mesa y no había vuelta atrás, todos estaban decididos aunque Tessio; el estadista de la familia sabía en lo que se había metido, tenía que dejar de ser un estudioso de leyes a ser parte de la guerra entre familias que se aproximaba...


GUION TÉCNICO

ESCENAS

SONIDO

PERSONAJES

DESCRIPCION

VESTUARIO

ESCENA 1:

MUSICA CLASICA

SONNY

CASA: SALA Y COCINA. ITALIANOS

VESTIDO FORMAL

1 - 5 MIN.

TELEVISOR

MICHAEL

OBJETOS: TELEFONO, TV, MESA, SILLA, PALTOS,




JOHNNY FONTANE

E IMPLEMENTOS DE LA COCINA Y COMIDA.




KAY

LUMINOSIDAD: TARDE.


ESCENA 2:

MUSICA ITALIANA

SONNY

LUGAR: DESPACHO Y COCINA

VESTIDO FORMAL

1 - 5 MIN.


MICHAEL

OBJETOS:SILLA, IMPLEMENTOS DE COCINA

DELANTAL



HAGEN

LIBRERO, ESCRITORIO TELEVISOR.




TESSIO

LUMINOSIDAD: NOCHE




CLEMENZA



ESCENA 3 :

MUSICA ITALIANA

SONNY

LUGAR: DESPACHO Y COCINA

VESTIDO FORMAL

1 - 7 MIN.

RADIO, TV

MICHAEL

OBJETOS: TELEFONO, TV, MESA, SILLA, PALTOS



VOCES

HAGEN

TENEDOR. ESPAQUETI, ESCRITORIO Y VINO




TESSIO

CHALECO Y PESCADO, LIBRERO, SOFA, COPAS




CLEMENZA

LUMINOSIDAD: NOCHE


ESCENA 4 :

RUIDO CIUDAD

MICHAEL

LUGAR: CIUDAD Y HOTEL. VESTIBULO, BAR Y

VESTIDO FORMAL

1 - 10 MIN.

MUSICA

KAY

HABITACION. OBJETOS: CENA, TAXI, BEBIDAS,

VESTIDO DE NOCHE


RADIO, TV


RELOG, ASCENSOR, PEINE Y BAÑO.





LUMINOSIDAD: NOCHE


ESCENA 5 :

CARROS

MICHAEL

LUGAR: HOSPITAL AVENIDAD NOVENA,PASILLO

VESTIDO FORMAL

1 - 10 MIN.

RADIO, TV

SONNY

HABITACION, RECEPCION Y ASCENSOR.

UNIFORME



ENFERMERA

OBJETOS: CAMA, CAMILLA, TELEFONO APARATOS





DE RESPIRACION, LUCES NAVIDEÑAS.





LUMINOSIDAD: NOCHE


ESCENA: 6

CARROS

MICHAEL

LUGAR: HOSPITAL AVENIDAD NOVENA,PASILLO

VESTIDO FORMAL

1 - 15 MIN.

RADIO

SONNY

PATIO, SALIDA DEL HOSPITAL. OBJETOS:



MUSICA ITALIANA

ENZO

CARROS, FAROL, CIGARRILLO, PAPELES, SANGRE



GOLPE DE UN PUÑO


PATRULLAS Y CAMILLA.





LUMINOSIDAD: NOCHE


ESCENA 7:

MUSICA ITALIANA

MICHAEL

LUGAR: HOSPITAL AVENIDAD NOVENA,PASILLO

VESTIDO FORMAL

1 - 5 MIN.

RUIDO

HAGEN

HABITACION, SALA DE CIRUGIA, SALIDA DEL

UNIFORME


HOQUERA

CAPITAN

HOSPITAL, CASA PATERNA, DESPACHO Y SALA





OBJETOS: CAMA, CARROS, MUEBLES, MESA, TV





PAQUETE, CIGARRILLOS, , PERCHERO, COMIDA





BAR, COPAS, SALA, ESCRITORIO, SOFAS, RADIO,





TELEVISION, TELEFONO.





LUMINOSIDAD: TARDE.


ESCENA 8:

MUSICA

SONNY

LUGAR: SALA DE LA CASA PATERNA,PUERTA DEL

VESTIDO FORMAL

1 - 5 MIN.

FUEGO

MICHAEL

HOSPITAL, DESPACHO.



PASOS

HAGEN

OBJETOS: CARROS, MUEBLES, BOTELLA DE WHISKY



GOLPES

CLEMENZA

CON 5 VASOS, UN ARMA Y PERCHERO.





LUMINISIDAD: NOCHE.


PARLAMENTO:

ESCENA 1:

(OFF). Para la Familia, el día siguiente al atentado contra Don Corleone fue una jornada de actividad frenética.

(OFF). A última hora de la tarde, Michael recibió una llamada de Johnny Fontane, desde Hollywood. Sonny se puso al teléfono:

SONNY: No, Johnny, no vale la pena que hagas un viaje tan largo para ver a mi padre. Está muy mal.

JOHNNY FONTANE: De acuerdo.

SONNY: No te preocupes, le transmitiré tu mensaje.

(OFF). Sonny colgó el auricular y se volvió hacia Michael.

(OFF). Posteriormente, aquella misma tarde, Michael recibió una llamada por el teléfono de la cocina, donde estaba de guardia uno de los hombres de Clemenza. - Era Kay.

KAY: ¿Cómo está tu padre? –preguntó.

(OFF). Su voz sonaba un poco extraña.

MICHAEL: Se pondrá bien –afirmó Michael.

KAY: ¿Podré acompañarte cuando vayas al hospital a visitarlo?

Michael se echó a reír.

KAY prosiguió–: ¿Pero tú estás bien, Mike? ¿No corres ningún peligro?

Michael rió de nuevo.

MICHAEL: Se me conoce como el corderito de la familia Corleone. Soy tan inofensivo. Nos veremos pronto.

KAY: ¿Y cuándo será eso? –preguntó

MICHAEL: ¿Te va bien esta noche? Tomaremos algo y cenaremos en tu hotel, después iré al hospital a visitar a mi padre. Ya estoy cansado de estar todo el día junto al teléfono. ¿Qué te parece? Pero ni una palabra a nadie.

MICHAEL: Te lo digo en serio; Kay;

KAY: Muy bien –dijo. Te esperaré. ¿Quieres que te compre algo? ¿Necesitas cualquier otra cosa?

MICHAEL: No –respondió Michael–. Sólo quiero que estés lista cuando vaya a buscarte.

KAY: No te preocupes, lo estaré –rió la muchacha con cierto nerviosismo–.

KAY: ¿No lo estoy siempre?

MICHAEL: Sí, desde luego. Por eso eres para mí la mejor de las chicas.

KAY: Te quiero –dijo.

KAY: ¿Por qué no me dices que tú también me quieres?

MICAHEL: no puedo –respondió, después de mirar a los cuatro hombres que estaban sentados en la cocina–.

MICHAEL: Quedamos para esta noche ¿de acuerdo?

KAY: De acuerdo.

Michael colgó el auricular.

ESCENA 2:

(OFF). Clemenza acababa de regresar y se hallaba en la cocina, ocupado. Michael le saludó y se fue al despacho, donde encontró a Hagen y a Sonny, que le esperaban con impaciencia.

SONNY: ¿Ha llegado ya Clemenza? –preguntó.

MICHAEL: Está preparando espaguetis para la tropa, igual que en el ejército –bromeó.

SONNY: Pues dile que lo deje todo y venga aquí enseguida –ordenó.

SONNY: Que venga también Tessio.

(OFF). Minutos después, los cinco hombres estaban en el despacho.

(OFF). Sonny preguntó a Hagen.

SONNY: ¿Has tenido suerte con Sollozzo? ¿Sabes dónde se encuentra?

Hagen hizo un gesto negativo.

HAGEN: Parece que ya no tiene interés en negociar con nosotros –respondió–.

SONNY: Es un individuo listo –dijo, el más listo con el que se ha enfrentado nuestra Familia.

HANGE: Seguro que algo sospecha –asintió. Sin embargo, no le queda más remedio que negociar. Mañana arreglamos todo.

Sonny preguntó a Hagen:

SONNY: ¿Se ha producido algún cambio en el estado del Don?

HAGEN: Está muy bien, pero no podrá hablar hasta dentro de un par de días –contestó.

HAGEN: Tu madre está a su lado casi todo el día, y también Connie. Hay muchos policías en el hospital, y también están los hombres de Tessio, por si las moscas.

SONNY: Mientras mi padre se recupera, Clemenza y Tessio velarán por él. Tal vez tengamos suerte y podamos resolverlo todo. Atrapando a sollozo.

(OFF). Michael nunca había visto aquella expresión en el rostro de su hermano Sonny. Su bronceada piel había adquirido un tono grisáceo.

SONNY: Me importa un bledo lo que quieran las demás Familias. Mejor será que no se mezclen en esta lucha.

Clemenza y Tessio se agitaron en sus sillas, incómodos. Se sentían como oficiales de infantería oyendo a su jefe.

HAGEN: Escucha, Sonny –dijo con cierta impaciencia–: a tu padre no le gustaría oírte hablar así.

ESCENA 3:

Sonny no parecía dispuesto a ceder.

SONNY: Sollozzo no tardará en enterarse de lo de Paulie Gatto. ¿Cómo va a reaccionar? –dijo, dirigiéndose a todos.

(OFF). Uno de los hombres de la cocina les llevó una fuente de espaguetis y luego varios platos, tenedores y vino. Prosiguieron la reunión mientras comían.

(OFF). Michael no salía de su asombro. Él no comía ni hablaba, pero Sonny, Clemenza y Tessio parecían tener un apetito voraz. Era casi cómico. Y continuaron la discusión.

MICHAEL: Sé que soy sólo un aficionado –intervino tímidamente–, no sé qué jugada prepara, pero si lo supiéramos, entonces tendríamos la sartén por el mango.

SONNY: – Sí –replicó, de mala gana–, ya he pensado en ello, y lo único que se me ocurre es que tiene a Luca. Ya he dado órdenes de que lo traigan aquí en cuanto aparezca.

TESSIO: Completamente, Sonny. Y no podemos enfrentarnos con todos sin el permiso de tu padre. Él es el único que puede plantar cara a las otras Familias. Tiene las relaciones políticas necesarias, y sólo él las puede utilizar en su provecho.

CLEMENZA: – Sollozzo nunca podrá acercarse a esta casa, jefe. Lo prometo. No tienes por qué preocuparte.

SONNY: – ¿Qué novedades hay en el hospital? ¿Están tus hombres donde deben estar?

Por vez primera durante la conferencia, Tessio pareció seguro del terreno que pisaba.

TESSIO: – Ya lo creo –asintió–. Están en el interior y en el exterior. Forman un círculo. También los policías lo están haciendo muy bien. Hay agentes de paisano en la puerta de la habitación, esperando interrogar al Don.

Sonny saltó de la silla.

Tristemente, Michael pensó que su cita con Kay no se produciría. Sonny no le dejaría salir de la casa.

Pero Hagen intervino por Michael lanzó un suspiro de alivio.

MICHAEL: – Bien –dijo–. Esta noche tengo que ir a la ciudad.

SONNY: – ¿Por qué? –preguntó con aspereza.

MICHAEL: – Tengo intención de ir al hospital a visitar a papá, y también quiero ver a mamá y a Connie. Además, tengo algunas otras cosas que hacer –añadió con una sonrisa.

Lo mismo que el Don, Michael nunca revelaba sus verdaderos motivos. No tenía motivo alguno para ocultárselo; simplemente era su costumbre.

De la cocina salía un rumor confuso de voces. Clemenza fue a ver qué ocurría.

Cuando regresó al despacho llevaba en las manos el chaleco a prueba de balas de Luca Brasi. Envuelto en el chaleco había un pez muerto.

CLEMENZA: – El Turco se ha enterado de lo de su espía.

TESSIO: – Y ahora nosotros sabemos lo de Luca Brasi –concluyó.

Sonny encendió un cigarrillo y bebió un trago de whisky.

MICHAEL: – ¿Qué demonios significa ese pez? –preguntó, asombrado.

HAGEN: – El pez significa que Luca Brasi está durmiendo en el fondo del mar. Es un antiguo mensaje siciliano.

ESCENA 4:

MICHAEL: - pensaba- Sonny estaban equivocados respecto a Sollozzo; seguían subestimándolo, pese a que mi hermano tiene un olfato especial para oler el peligro.

MICHAEL: Estimo que mi padre ha pagado por el poder del que había disfrutado durante toda su vida, que aquél había sido el precio por el respeto de que había sido objeto por parte de cuantos lo rodeaban.

(OFF). Cuando llegó al hotel, Kay le estaba esperando en el vestíbulo.

Michael y Kay cenaron juntos y tomaron unas copas.

KAY: – ¿Cuándo irás a visitar a tu padre? –le preguntó de pronto.

MICHAEL: – La hora de visita termina a las ocho y media –respondió, mirando su reloj–.

MICHAEL: -Iré cuando todos se hayan marchado.

KAY: – Siento mucho lo de tu padre –dijo–.

KAY: – ¿Qué piensas hacer? –preguntó–. ¿Piensas participar en esta guerra entre gánster de que hablan los periódicos?

Michael sonrió y se desabrochó la chaqueta.

MICHAEL: – Mira, no llevo armas.

Kay se echó a reír.

Como se estaba haciendo tarde, subieron a su habitación. Kay preparó una bebida, mientras la tomaban, se sentó sobre las rodillas de Michael. Debajo de su vestido sólo había seda y la piel desnuda, una piel ardiente que los dedos de Michael no tardaron en acariciar. Se tendieron en la cama y, sin desnudarse, se besaron apasionadamente y se hicieron el amor.

KAY: – ¿Es eso lo que los soldados llaman un “rápido”? –preguntó.

MICHAEL: – Sí –respondió Michael.

KAY: – Pues no está mal –dijo, seriamente.

Siguieron bromeando y charlando durante un rato, hasta que Michael, inquieto, se levantó y miró su reloj.

MICHAEL: – ¡Vaya! Son ya casi las diez. Tengo que ir al hospital.

Se dirigió al cuarto de baño para ducharse y peinarse. Kay le siguió y lo abrazó por detrás.

KAY: – ¿Cuándo nos casaremos? –preguntó.

MICHAEL: – Cuando quieras, en cuanto las aguas vuelvan a su cauce y mi padre se haya recuperado. Sin embargo, creo que sería mejor que hablaras con tus padres.

KAY: – ¿Qué es lo que debo contarles? –preguntó.

Michael se pasó el peine por la cabeza.

MICHAEL: – Diles que has conocido a un guapo y elegante muchacho de ascendencia italiana. Aunque su padre es un jefe de la Mafia.

La impresión hizo que Kay tuviera que apoyarse en la pared del cuarto de baño.

KAY: – ¿Es tal y como dices? ¿Mata y soborna?

Michael terminó de peinarse.

MICHAEL: – En realidad, no lo sé –admitió–. Nadie lo sabe con certeza. Pero no me extrañaría.

Antes de que él se marchara, Kay preguntó:

KAY: – ¿Cuándo volveré a verte?

Michael le dio un beso.

MICHAEL: – Quiero que te vayas a tu casa y que pienses bien en lo que acabo de decirte –respondió–.

KAY: – De acuerdo –contestó.

Le miró mientras salía de la habitación. Kay nunca se había sentido tan unida a él.

ESCENA 5:

Cuando Michael se salió del taxi frente al Hospital Francés, se sorprendió al observar que la calle estaba completamente desierta, y todavía se sorprendió más al ver que, en el interior, el vestíbulo estaba igualmente vacío.

MICAHEL: ¿Qué demonios estarían haciendo Clemenza y Tessio?- pensó-

Eran casi las diez y media de la noche. Michael estaba alerta. No perdió tiempo acercándose a la recepción, pues conocía el número de la habitación de su padre, situada en la cuarta planta. Tomó el ascensor.

MICHAEL: -¿Dónde estarían los dos policías que hacían guardia permanente en la puerta? ¿Dónde estaban los hombres de Clemenza y Tessio? ¿Habría alguno de ellos dentro de la habitación?- dijo en voz baja-.

La puerta estaba abierta y Michael entró. Gracias a la luz de la luna que se filtraba a través de la ventana, Michael reconoció a su padre. Michael estuvo en la habitación el tiempo justo para asegurarse de que su padre estaba bien, y luego salió.

MICHAEL: – Soy Michael Corleone –dijo a la enfermera–. Sólo quería ver a mi padre. ¿Dónde están los agentes que deberían custodiarle?

La enfermera era una chica joven y guapa, muy convencida de la importancia de su trabajo.

ENFERMERA: – Su padre recibía demasiadas visitas –dijo–. Hará unos diez minutos vino la policía y les hizo salir a todos. Y después, hace cinco minutos, tuve que avisar a los dos agentes de que les reclamaban en la comisaría.

ENFERMERA: -Pero no se preocupe, pues yo me encargo de ir a menudo a la habitación de su padre. Desde aquí incluso oigo su respiración. Por eso he dejado la puerta abierta.

MICHAEL: – Gracias. Supongo que no tendrá inconveniente en que me quede unos minutos con mi padre ¿verdad?

La muchacha le dirigió una encantadora sonrisa.

ENFERMERA: – Bien, pero sólo un ratito. ¿Comprende?

Michael volvió a entrar en la habitación de su padre. Descolgó el teléfono. Sonny respondió a la llamada.

MICHAEL: – Sonny, estoy en el hospital –dijo, en voz apenas audible–.

MICHAEL: -Aquí no hay nadie. No hay ni rastro de los hombres de Tessio ni de los policías. Nuestro padre no cuenta con protección de ninguna clase.

Tras un largo silencio, Sonny respondió con voz lenta y fatalista.

SONNY: – Ésta es la jugada de Sollozzo de la que tú hablabas.

MICHAEL: – Eso es lo que he pensado yo también –comentó –. Pero ¿cómo consiguió que los policías echaran a todo el mundo?

MICHAEL: -¿Qué ha sucedido con los hombres de Tessio? ¿Será posible Sollozzo tenga en el bolsillo a toda la policía de Nueva York?

SONNY: – Tómatelo con calma, muchacho –dijo con serenidad–. Ha sido una suerte que hayas ido al hospital tan tarde. No te muevas de la habitación y cierra la puerta por dentro.

SONNY: -Nuestros hombres no tardarán ni un cuarto de hora. Ahora voy a llamarles. Tú quédate en la habitación y no te dejes dominar por el pánico. ¿De acuerdo, muchacho?

MICHAEL: – No tengo miedo –dijo.

Por vez primera desde que había empezado todo, Michael sentía que en su espíritu se estaba formando un torrente de odio hacia los enemigos de su padre.

Una vez hubo colgado el auricular, pulsó el timbre para llamar a la enfermera.

Michael le dijo:

MICHAEL: – No quiero que se asuste, pero tenemos que trasladar a mi padre enseguida a otra habitación o a otro piso.

ENFERMERA: – Pero eso es ridículo –balbuceó–.

Michael habló con gran rapidez:

MICHAEL: – Seguramente habrá leído lo que dicen de mi padre. Como ve, aquí no hay nadie para protegerle. Pues bien, acaban de avisarme que vienen varios hombres para asesinarle.

Cuando le interesaba, Michael sabía ser extraordinariamente persuasivo.

MICHAEL: – ¿Hay alguna habitación vacía? –susurró.

ENFERMERA: – Sí, una al final del pasillo.

MICHAEL: – No se mueva de su lado hasta que llegue ayuda –ordenó –. Y no se aleje si no quiere resultar herida.

En aquel momento, Michael oyó la voz de su padre cansada pero fuerte, como siempre.

DON CORLEONE: – ¿Eres tú, Michael? ¿Qué ocurre?

Michael se inclinó sobre la cama. Tomó entre la suyas una de las manos de su padre.

MICHAEL: – Soy Mike. No temas.

ESCENA 6:

ENZO: – Don Michael ¿es que no me recuerda? Soy Enzo, el ayudante del panadero Nazorine, el Paniterra; ahora soy su yerno. Su padre me salvó la vida al conseguir que el Gobierno me dejara permanecer en América.

Michael hizo un gesto de asentimiento. Ya se acordaba de él.

ENZO: – He venido a hacer una visita de cortesía a su padre –prosiguió Enzo–. ¿Cree usted que me dejarán entrar a estas horas?

MICHAEL: – No, pero gracias de todos modos –contestó con una sonrisa–. Le diré al Don que ha venido usted.

Por la calle llegaba un coche a toda velocidad. Michael se puso en guardia inmediatamente.

MICHAEL: – Aléjese ahora mismo –advirtió al muchacho–. Puede haber problemas. No le interesa en modo alguno tener líos con la policía. En su situación...

Vio el temor reflejado en el rostro del joven italiano. Al mínimo desliz, Enzo corría el peligro de ser deportado.

ENZO: – Si hay problemas, quiero estar aquí para ayudar –replicó el joven con voz firme–. El Padrino se lo merece todo.

Dio un cigarrillo a Enzo y se lo encendió. Ambos permanecieron bajo del farol en la fría noche de diciembre. El verde de la hierba del jardín y los multicolores adornos navideños se reflejaban en ellos. Casi habían terminado sus cigarrillos cuando un largo coche negro, procedente de la Novena Avenida, entró en la calle Treinta y se dirigió a toda velocidad hacia donde estaban ellos.

ESCENA 7:

MICHAEL: – ¿Qué pasó con los agentes que debían estar protegiendo a mi padre? –Preguntó Michael con serenidad–. ¿Quién les ordenó que abandonaran sus puestos?

El rostro del capitán se encendió de cólera.

CAPITAN: – ¿Y quién diablos eres tú para darme órdenes? Fui yo quien les dije que se marcharan.

MICHAEL: – No voy a salir del hospital hasta que ponga guardias en la puerta de la habitación de mi padre.

El capitán no se molestó en responder.

CAPITAN: –encierren a este mamarracho –ordenó

CAPITAN: – ¡Que lo encierre, he dicho! –gritó.

Michael, todavía tranquilo, dijo con acento irónico:

MICHAEL: – ¿Cuánto le paga el Turco por “defender” a mi padre, capitán?

El oficial se volvió hacia él.

CAPITAN: – Inmovilizadle –ordenó a los dos corpulentos policías.

El capitán de un golpe tiro a Michael y lo dejo inconsciente.

CAPITAN: – Ni siquiera lo he tocado –replicó el casi gritando–. Me atacó y se cayó. ¿Entiende? Se negaba a dejarse arrestar.

A través de una cortina de sangre, Michael vio que estaban llegando más coches, de los que, segundos más tarde, bajaron varios hombres. Uno de ellos, según pudo ver, era el abogado de Clemenza.

LEGRADO: – ¿Quiere usted denunciar al que le ha golpeado? –le preguntó.

MICHAEL: – He resbalado y me he caído. Vio una sonrisa de triunfo en la cara del capitán, y él también trató de sonreír.

Quería ocultar a toda costa el odio frío que acumulaba en su cerebro, no deseaba que nadie se diera cuenta de la rabia que le dominaba. El Don hubiera reaccionado igual. Luego notó que lo trasladaban al hospital y perdió el conocimiento.

MICHAEL: – ¿Me anestesiaron? –preguntó.

HAGEN: – Sí –. Tenías trozos de hueso clavados en las encías, y sin anestesia hubieras sufrido mucho.

MICHAEL: – Aparte de lo de la mandíbula y la boca ¿tengo algo más?

HAGEN: – No, nada –.

MICHAEL: – Dime ¿se sabe ya lo que ocurrió realmente? –preguntó Michael, cuya cabeza no dejaba de dar vueltas al asunto.

MICHAEL: – ¿Han dicho algo de mis heridas los periódicos?

HAGEN: – Nada, ni una palabra –.

MICHAEL: – Bien. ¿Enzo logró huir? –quiso saber.

HAGEN: – Sí. ¿Estás bien?

MICHAEL: – Estoy muy bien, no te preocupes –replicó Michael–.

ESCENA 8:

HAGEN: – Después de lo que sucedió en el hospital, Sonny se enfureció

HAGEN: -Al final Sollozzo ha dado señales de vida, y quiere entrevistarse con nosotros.

Después de una breve pausa, Michael continúo.

MICHAEL: – No me extraña que lo sorprendieran con la guardia baja –dijo.

SONNY: – Perfecta. Ha quedado perfecta –bromeó.

Michael le apartó las manos y se dirigió al mueble bar. Se sirvió un whisky, confiando en que el licor le aliviaría el dolor de la mandíbula.

Los cinco se sentaron alrededor de la mesa.

SONNY: – El negociador ha llamado mientras estabais fuera –dijo a Hagen–.quieren reunirse con nosotros enseguida –lanzó una sonora carcajada y prosiguió–:

HAGEN: – ¿Y qué le has contestado? –preguntó, cautelosamente.

Sonny sonrió.

SONNY: – He aceptado, naturalmente. Tengo un centenar de hombres en la calle las veinticuatro horas del día. Si Sollozzo se deja ver, es hombre muerto.

HAGEN: – ¿Hubo una propuesta concreta? –quiso saber Hagen.

SONNY: – Sí. Quiere que enviemos a Mike a hablar con él.

SONNY: – Nada de entrevistas. Nada de discusiones –prosiguió–.

Sonny se encogió de hombros y permaneció en silencio unos segundos y luego, rudamente, prosiguió:

Por primera vez, Michael abrió la boca.

MICHAEL: – ¿Es posible trasladar al Don aquí? –preguntó a Hagen.

HAGEN: – Eso es lo primero que pregunté –respondió–. Es imposible.

MICHAEL: – En ese caso, hay que ir a por Sollozzo enseguida –resolvió–.

Sonny, con la mano en la barbilla, meditaba profundamente.

SONNY: – Tienes razón, muchacho –convino–. Has dado en el clavo. No debemos dar a Sollozzo la oportunidad de descargar un nuevo golpe contra el Don.

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